A la historia de este viaje decidí dividirla en dos partes: en la primera recordaba los primeros tres meses donde pisaba por primera vez Turquía, Grecia e Italia; Y en las siguientes lineas, a modo de segunda parte, voy a compartir el resto del viaje que sucede en Rumania, Serbia, Bulgaria y España.

Meses antes de iniciar este viaje, allá por Octubre del 2017 en Egipto volando directo desde Buenos Aires, explicaba como me preparaba.

La primera parte terminaba el 2 de Abril cuando me despedía de la familia Nava-Canali en Italia y volaba directo a Rumania en donde visitaría a Mirela y su hija Ariel a quienes conocí en mi primer viaje en el 2015.

Rumania: segunda vuelta.

3 de Abril , 2018.- Llego a Timisoara, ciudad al oeste de Rumania, y paso un día y una noche haciendo un poco de turismo.

Timisoara es la 3er ciudad más grande de Rumania y es conocida por su arquitectura secesionista.

La plaza central, Piața Victoriei, está rodeada de edificios barrocos.

Piata Unirii, Timisoara, Rumania

Cuando volvía al hostel, luego de recorrer sus plazas y centro, escucho música. Automáticamente mi instinto natural me llevó hasta donde se encontraban estos músicos:

Al día siguiente me toca viajar para encontrarme con Mirela y su piccolina Ariel quienes viven a 3km de Rosia Montana, una pequeña comuna en las montañas Apuseni de la Transilvania Occidental.

La vez pasada estuve en otro pueblo y fue también toda una odisea llegar hasta la casa de mi host. Esta vez frente a la parada del bus, unos vecinos locales me invitaron a llevarme hasta el punto donde debía continuar para llegar hasta lo de Mirela. Pero antes, me invitaron a descansar en su casa, tomar un té con ellos y compartir unos intentos de charla ya que ni yo hablo su idioma y ni ellos el mío (o inglés). Luego de este descanso continúe recorrido y luego de 3hs de caminata llegué a destino.

Mis días en Rumania junto a Mire y Aru alternan entre charlas, paseos por los bosques y trabajos en su casa y en lo de los vecinos de Rosia Montana.

El 27 de Abril a las 05am bajaba de las montañas y, luego de unos 10km de caminata llegaba hasta Gura Rosie donde tenía que tomar el Bus nuevamente a Timisoara para luego continuar viaje a Serbia.

Serbia: ¿Por qué? No hay porque.

Llegué a Nis al día siguiente por la tarde a la estación de buses. Me acerco a una mujer local e intento, en inglés, preguntar por una dirección. Me dio a entender que no entendió y en serbio me indicó por donde ir para llegar al centro. Me era suficiente.

A los pocos minutos me encontré con el rio Nisava que viene desde Bulgaria y pasa por el centro de esta ciudad y frente al fuerte Nis.

El Fuerte Nis es un importante monumento histórico. Data de las primeras décadas del siglo XVII de origen turco otomano y actualmente se encuentra en la lista de las fortificaciones mejor conservadas en Serbia y la península balcánica.

El Fuerte Nis sobre el rio Nisava

Este fue mi lugar de encuentro con locales durante mi mes de estadía en esta ciudad. Pero aún debía llegar al hostel donde me esperaban.

Continúo caminando con mi mochila de 90lts mirando a mi alrededor. Aprovecho y vuelvo a consultar por la dirección a un padre y su hijo que paseaban a su caniche toy. El padre me comenta que su mujer prepara la mejor Pljeskavica (comida tradicional a base de carne grillada y picante) y que me invitaba algún día para almorzar y conocer a su familia.

Minutos más tarde decido preguntar dirección nuevamente y me encuentro con unas mujeres locales que me invitan a descansar y tomar una cerveza con ellas. Resultaron ser parte de una banda de música tradicional formada por mujeres. Pasó menos de una hora desde que llegué a Nis y la bienvenida fue increíble.

Luego de este descanso continúo caminando hasta el hostel donde llego tarde por la noche, conozco a Jelena e Ivan del Day N' Night Hostel y luego voy a descansar para al día siguiente conocer a Ana y Jovanna con quienes trabajaría durante mi estadía en esta ciudad al sureste de Serbia.

Durante mis horas y días libres aprovechaba recorrer los puntos turísticos de la ciudad como por ejemplo el campo de concentración Crveni Krst donde se detuvieron a más de 35000 personas (entre serbios, judios y romanies) operado por la gestapo alemana durante la 2da Guerra Mundial y que fue liberado por los partisanos yugoslavos en 1944.

Campo de concentración Crveni Krst

Luego de que la guerra haya finalizado se construyó un parque memorial en el Monte Bubanj, lugar donde muchos reclusos fueron asesinados durante la guerra.

Los puños en el parque de la memoria en Monte Bubanj

La Torre de las Calaveras es una estructura de piedra con, claro, calaveras incrustadas que fue construida luego de la guerra de Cegar (1809) construida por los turcos otomanos usando los cuerpos de soldados serbios.

Cele Kula (Torre de Calaveras)

Dejaba Nis un 23 de Mayo con ganas de volver. La hospitalidad de los locales fue excelente. Ahora me tocaba viajar a Bulgaria para visitar Nasko y darle una sorpresa a su familia.

Bulgaria, ¡oh, Bulgaria!

Confieso que tengo algo con Bulgaria. Podría estar horas intentando explicar el sentimiento que tengo por este país. Sin duda fue algo a primera vista desde aquel febrero del 2015 que la conocí.

Ya en Febrero del 2018, mientras me encontraba en Grecia, había planeado mi paso por Bulgaria. Pero fue en marzo, cuando estaba en Italia, que concreté ese plan mientras hablaba con una amiga, oriunda de este país, con quien lo recorreríamos.

El 24 de Mayo del 2018 ingresaba a Bulgaria por la frontera Kalotina al Este de Serbia. Ni bien llego a la terminal compro un ticket directo para Plovdiv y luego otro para llegar hasta Ivan Vazovo que es donde vive la familia Koev.

Cartel de entrada a Ivan Vazovo (en cirílico en el cartel)

A esta familia la conocí tres años atrás (en el 2015) en mi primer viaje como voluntario y es una de las familias que intento visitar cada vez que paso por mi querida Bulgaria.

Esta vez pasé solo por 7 días pero en los cuales hicimos parapente, carreras de coches, recorrido en ATVs y cabalgatas con el experto en actividades extremas Atanas de Extreme Bulgaria.

Tarde de parapente sobre Dobrostan.

Me invitaron también a bailar danzas tradicionales y recorrimos Plovdiv, una hermosa ciudad considerada como una de las ciudades más antiguas del mundo.

A la semana siguiente estaba en Sofía. Me encuentro con Ana. Y una semana después viajabamos a la villa y reserva arquitectónica Bojentsi en el municipio de Gabrovo en medio de los montes Balcanes donde vacacionaríamos por una semana.

A la semana siguiente viajabamos a Vratsa, al noroeste de Bulgaria, donde visitaríamos a la familia de Ani y, por mi parte, recorrería las calles y montañas de esta ciudad.

Un día subimos hasta las montañas Ledenika y recorrimos sus cuevas junto a un grupo tradicional de canto y baile quienes decidieron regalarnos este momento único:

Luego del recorrido en las cuevas acordamos encontrarnos en la base de la montaña donde se estaba llevando a cabo un casamiento tradicional.

Casamiento sobre las montañas.

A la semana siguiente me despedía dificilmente de Ani, de su familia y de mi amada Bulgaria.

Barcelona: última parada ¡olé!

10 de Junio del 2018, 22hs.- Arribo a Barcelona. Salgo del aeropuerto y con las indicaciones que me había dado Laura (una amiga que conocí en el 2014 en China) me tomo el metro y en una hora, aproximadamente, me encontraba con ella y Yelen, su hija ¡Qué grande está!

Barcelona no estaba en mis planes, pero luego de varias charlas con Laura decidí que debíamos reunirnos para concretar sus proyectos personales.

De más está decir que a Barcelona también me la caminé de punta a punta.

Una noche fuimos a la bodega La Riera donde disfrutamos del flamenco de este conjunto musical familiar.

Argentina: Volver...

Pero el viajero que huye tarde o temprano detiene su andar.

"Volver" (Carlos Gardel / Alfredo Le Pera)

Ya para el 20 de Julio del 2018 volvía, una vez más, a mis tierras fueguinas al sur de Argentina.

Volvía al igual como volví de mis dos viajes anteriores: decidido a volver a viajar.

El plan de viaje de este año ya estaba decidido: recorrer el mar negro; y a hoy en día el plan se mantiene en pie.

Click para abrir Google Maps

Sigo viajando como diseñador gráfico y web, un hobby que me da un extra para poder pagarme un billete de avión, una cena en un restaurant, un alojamiento en algún lugar del mundo, una cerveza en algún bar, etc.

Para el próximo viaje decidí invertir en red de mercadeo (network marketing) un modelo de negocio que se me fue presentado en varias oportunidades: en Córdoba el 2016, en Italia en el 2018 y la tercera (y la vencida) en mi ciudad en 2019.

Noviembre es el mes en que retomaré rutas y seguiré conociendo gente y lugares increíbles como la de este y los otros viajes que pasaron.

De a poco, tranquilo y sin prisa se va despidiendo el 2015. Lo invito a tomar unos tragos antes de que se marche. Se sienta en la mesa y se prende un pucho mientras le sirvo un tinto. Permanecemos en silencio por unos instantes mientras cruzamos alguna que otra mirada cómplice mientras se nos pianta una mueca, intento de sonrisa.

beach-2015

En artículos anteriores fui desglozando parte de lo que fue el 2014, donde también hubo mucha aventura y que compartía en artículos como “Viajar: mi primer viaje fuera del país (de Argentina a China)” y “Ángeles de Polonia”. De ahí retomamos la historia y repasamos a grandes rasgos lo más importante de este año.

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